El origen del
cosmos
Es la madre eterna;
Conocer a la madre significa entender al hijo;
Para entender al hijo debes abandonarte en la madre.
Sólo entonces, la vida tiene un sentido
El término "madre" para el
Taoísmo es el aspecto sin forma e intangible del Tao, que puede considerarse
como la dimensión espiritual cósmica. El término "hijo" se refiere a
las formas que conocemos con palabras. Tanto la madre como el hijo pueden tomar
multitud de formas cambiantes, comprender una forma implica entender la
verdadera naturaleza de la otra forma, y viceversa.
Negar la existencia de la
madre significa depender sólo de las cosas materiales y estar
obsesionados y apegados a las superficialidades materiales y a las apariencias.
Cuando esto sucede, la percepción de la vida se vuelve muy vacía e
insatisfactoria. Esto conlleva a una vida sin significado.
Negar la existencia del hijo significa
despreciar el mundo material y concentrarse sólo en lo intangible. Una vez más,
esto conduce a una vida que al final, tampoco tiene sentido.
Para que una vida tenga significado,
debemos aceptar, y aprender a apreciar los mundos intangibles del Cosmos (la
energía madre), como también, el mundo material que incluye las formas
tangibles y la abundancia (la energía hijo). Todo esto se resume en los 7
PILARES DEL TAO y sólo cuando conocemos y tomamos en cuenta estos pilares de la
vida y de sus orígenes, podemos controlar y dirigir nuestro DESTINO hacia una
vida feliz y llena de significado.
Los 7 pilares del
Tao
1. Concepto de la
No-dualidad: La dimensión espiritual y la dimensión material son una sola, y la
misma. Este es el primer principio fundamental del concepto del Tao. La
dimensión es entera, intangible y vacía por lo que todo lo que nuestros
sentidos perciben en el ahora y aquí son la misma cosa. Este concepto es
similar al concepto Budista de la Nada, que dice que la forma es la nada y la
nada es la forma. Para entender bien el concepto de la no dualidad uno necesita
practicar mucho meditando en paz y entender que este pilar del Taoísmo requiere
de muchas horas de contemplación silenciosa.
2. El concepto del Yin
y el Yang: Este concepto representa la polaridad de las fuerzas: una fuerza no
puede existir sin la otra. El Taoísmo sostiene que la existencia de todas las
cosas es UNA sola que se manifiesta a través de dos formas complementarias.
Todo en el cosmos existe con formas cambiantes que viven a través de la
interacción de las fuerzas polares del Yin y el Yang. Debemos entender que
estas fuerzas o energías son las dos caras de la misma moneda, de forma que,
cuando percibimos algo en un simple momento, es la percepción de lo mismo en el
siguiente momento. Por ejemplo, el Yin y el Yang se manifiestan como la parte
soleada y la sombra de la misma montaña.
3. El concepto del
cambio continuo: Nada permanece igual, nunca. Ni siquiera por un segundo. Esta
verdad fundamental es la esencia de la existencia misma. Sin embargo, esta
actividad dinámica, este cambio constante, no conduce al caos, de forma que lo
que está en constante cambio ¡permanece sin cambio! Esto parece una
contradicción de términos, pero si entendemos esto, podremos entender las
formas del TAO. Para la comprensión total del TAO requerimos la ayuda de un
Maestro Espiritual que nos guíe en este aprendizaje, ya que se trata de
conceptos muy profundos.
4. El concepto de los
5 elementos: Todo lo que existe en el universo lo podemos categorizar en alguno
de los cinco elementos. El Taoísmo observa lo "científico" más que lo
"divino" cuando explica el ciclo de cambios que caracteriza los
ambientes naturales y cósmicos. En chino, estas cinco fuerzas se
denominan wu xing y la traducción más simple resulta en los
cinco elementos. Los cinco elementos son: metal que representa fuerza, madera
que representa crecimiento, agua que significa flujo, el fuego que representa
la ambición, y la tierra que significa el alimento de la matriarca. Cada
cosa en el universo pertenece a una de estas cinco categorías. Para la práctica
efectiva del Feng Shui y del Taoísmo se requiere un profundo entendimiento de
los cinco elementos y de cómo interactúan entre sí.
5. El concepto de los
tres tesoros: Los tres tesoros son la semilla, el respiro y el espíritu. Para
alcanzar una práctica profunda del TAO necesitamos aprender a apreciar estos
tres tesoros de la existencia; se dice que cada uno de estos tres tesoros tiene
una contraparte cósmica lo que da un total de seis tesoros que interactúan
entre sí. La creación, el crecimiento y la interacción de estos seis tesoros
son la clave para entender la maravillosa habilidad "mágica"
inherente en el potencial humano. Este conocimiento nos abre el camino para
alcanzar la verdadera fuente.
6. El concepto de
querer alcanzar la meta más sencilla: Debido a que la meta final es
tan difícil de alcanzar (el regreso a la FUENTE misma) lo que hacemos es
alcanzar poco a poco una meta cada vez más alta. Muchos taoístas se contentan
con intentar alcanzar la meta más sencilla, que consiste en alcanzar
realizaciones cada vez más profundas, o visiones intuitivas de la verdadera
naturaleza de la existencia. Estas visiones casi siempre vienen acompañadas de
sensaciones de una intensa dicha. Las representaciones de la "verdad"
nos proporcionan una profunda sabiduría y generan sensaciones de paz y alegría
con el mundo.
7. El concepto del
regreso a la fuente: La meta final de la práctica taoísta nos lleva al reino de la vida
después de la muerte, nos conduce de regreso a la fuente misma, lo que
significa cosas distintas para cada practicante. Una definición es alcanzar la
inmortalidad que supone la existencia de un ser tipo espiritual que vive en un
reino espiritual. La leyenda describe el paraíso de la Reina del Oeste, que es
una parte intrincada e inaccesible de la tierra, un lugar donde todo está al
alcance y en abundancia. Otra definición, tal vez más profunda de la
fuente explica que la fuente es una meta tan alta que transciende todas las
metas concebidas por la mente humana desde el principio de la eternidad. Es
imposible describir con palabras lo indescriptible, y el regreso a la FUENTE
misma de nuestra verdadera naturaleza, es indescriptible. Este concepto es tan
maravilloso que comprende la inmortalidad que va más allá del poder de
entendimiento de los mortales.
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